¿POR QUÉ NO VENDE TU WEB?
Algunas personas le sacan mucha más rentabilidad a su página web que otras, y no tiene nada que ver con el nicho al que se dirigen, ni siquiera con el tipo de negocio, nada que ver con esto, hay otras razones mucho más importantes.
Te cuento las 3 principales.
DISEÑO
Una vez me invitaron a una reunión tranqui de amigos en una casa que, para ir al baño, tenía que pasar por la cocina.
Es decir, que la cocina era el paso del salón al baño, o lo que es lo mismo, estaba en el pasillo.
Los muebles eran iguales, nada que destacara ni por color ni por tamaño.
Estaba mal diseñada.
Lo curioso es que cuando iba a la cocina a por una bebida y luego quería volver al salón me desorientaba y aparecía en el baño con la cerveza en mano y sin entender nada.
Más o menos como tú ahora.
Y esto pasa en algunas webs.
No sabes si estás en la home o en la página de servicios y cuando quieres volver para buscar el formulario das más vueltas que una peonza y, obvio, abandonas la web.
¿Tu web tiene la estructura correcta?
COHERENCIA
Para intentar paliar el desastre de hacer una cocina en un pasillo, los dueños pusieron unas flechas rojas en la pared del pasillo-cocina para que no te perdieras mucho.
Y las colocaron justo encima de los interruptores de la luz.
Así que todo el que pasaba por esas flechas los pulsaba instintivamente por lo que la reunión de amigos parecía una fiesta de discoteca con las luces encendiéndose y apagándose continuamente.
Los anfitriones nos dijeron que esas flechas indicaban el sentido en el que teníamos que transitar las personas para que no nos desorientáramos atravesando el pasillo-cocina.
Ajá.
En las webs de muchos negocios pasa algo similar, no hay coherencia alguna.
La comunicación no está bien definida, por lo que crees que la flecha roja es un botón y te pasas media hora pinchando encima esperando algo que nunca ocurre.
Pero es que muchas veces ni siquiera entiendes lo que te están vendiendo, que es todavía peor.
¿Estás transmitiendo a tus clientes un mensaje claro en tu web?
ESTRATEGIA
Y, aún así, lo más divertido de la reunión fue el caos de las luces porque ni unas pataticas, ni unos ganchitos ni un «gracias por venir».
De la conversación ni hablamos, los anfitriones se centraron en ellos y no dejaron participar a nadie.
Tres horas estuve allí en las que pasé hambre, me perdí por el pasillo siete veces, me metí en el baño por error otras siete, me explotó la cabeza de tanto ego-discurso y me sentí ignorada.
En realidad no se interesaron por ninguno de los presentes.
Pensaron que unas cervezas frías “self-service”, y unas flechas rojas en el pasillo-cocina-discoteca serían bastante para que la noche fuera un éxito.
¿Sabes? ni se enteraron cuando me fui.
Y esta es otra de las realidades que sucede en algunos negocios digitales.
No hay una estrategia detrás para comunicarse eficientemente con el cliente, no los miman, no mantienen con ellos un diálogo constante para preocuparse por sus inquietudes.
Y los clientes se marchan y ni se enteran.
¿Tienes un canal de comunicación habitual con tus lectores? ¿o estás perdiendo ventas?
